Aguamarina
En el mundo de la joyería son muchas las gemas que os podréis encontrar, pero a decir verdad pocas como la aguamarina, una piedra preciosa que se emplea frecuentemente para inclusiones en conjuntos mayores; y es que con una escala Moh´s de 7.0 es ideal para ello. Además, en composiciones proporciona un tono colorido y elegante a la vez, que recuerda al mundo acuático -su nombre deriva del latín «aqua»: agua- y llama la atención por la rareza de su morfología y efecto, por el brillo y la «vida» que emana, y también por el propio tamaño de la piedra.
La Dom Pedro es la Aguamarina tallada más grande del mundo y se encuentra en el MuseoNacional de Historia Natural de Washington.
Se pueden encontrar aguamarinas en varias partes del mundo, pero sin lugar a dudas, las que más valoradas están por su talla, por la baja concentración de fallas, y por la composición interna, son las originarias de Brasil y Mozambique. Dos países ricos en minerales, y donde por doquier se pueden encontrar piedras preciosas para emplear en la alta joyería. Es más, del primero de ellos, de Brasil, viene una de las gemas más legendarias de cuantas han pasado por las manos de los orfebres hasta hoy en día, la «Dom Pedro»; una increíble aguamarina de nada más y nada menos que 26 kg. La pieza fue descubierta en 1992 y tallada por Idar-Oberstein, un reconocido artista joyero
Por cierto, más allá de su uso en joyería, también es empleada en amuletos, ya que su simbología se relaciona con la simpatía, la confianza, la armonía, la espiritualidad y la tranquilidad; de hecho es la piedra conmemorativa de los 38 años de boda. Algo que no es de extrañar, puesto que su propio significado viene a decirnos que esta peculiar gema es la unión de lo divino -por su color