Un clásico que ha conquistado a generaciones. Este tipo de oro suele ser considerado el más puro, ya que logra mantener el color natural de este metal precioso. Para mantener este color después de la aleación que nos permite trabajarlo en joyería, debemos mantener como mínimo 18 partes de oro puro por cada 24 partes de metal, resultando en ese color amarillo que tan acostumbrados estamos a ver en las joyas de oro de 18 quilates.
Pulseras de oro amarillo
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Un clásico que ha conquistado a generaciones. Este tipo de oro suele ser considerado el más puro, ya que logra mantener el color natural de este metal precioso. Para mantener este color después de la aleación que nos permite trabajarlo en joyería, debemos mantener como mínimo 18 partes de oro puro por cada 24 partes de metal, resultando en ese color amarillo que tan acostumbrados estamos a ver en las joyas de oro de 18 quilates.
Normalmente, las piezas de oro tienen una marca que indica la pureza de este o los quilates que tiene, aunque el hecho de que exista ese grabado no indica al 100% que la pieza sea auténtica, las piezas falsas a veces incluyen también este grabado para engañar al futuro comprador.
Es muy habitual ver que se aplique este método para reconocer una pieza de oro auténtico, aplicando este método, si se trata de oro, el metal puede mostrar hendiduras de los dientes dado que es un metal blando, aunque no es un método infalible dado que hay metales blandos que pueden recibir un buen baño de oro y engañarnos.
Como ya sabemos, el oro no es un metal magnético y en caso de que al acercar el imán a la pieza que queremos comprobar, se acerca, queda confirmado que no es oro real.
En Senra usamos siempre oro auténtico de la mejor calidad, por ello siempre al comprar alguna de nuestras joyas recibirás siempre un certificado en el que verás cada detalle de la pieza adquirida.