El cuarzo ahumado deriva de la interacción natural del sol y del calor del magma sobre los cristales de cuarzo neutro que se dan en las regiones volcánicas, dándole la característica apariencia que tanta fama le da en el mundo de la joyería; donde por cierto hay que tener cuidado si os cruzáis con imitaciones que en realidad son cristales de roca calentados. Se trata de una gema que se relaciona con el fuego a raíz de su origen, y que además tiende a inspirar intensos sentimientos; razón por la cual también es empleada ampliamente en rituales esotéricos.
Si bien es un cristal que se da en todas las regiones del mundo, los mejores ejemplares se dan en varios países de Europa -entre ellos España-, en EEUU y en la isla de Madagascar, un auténtico filo para gemas de toda índole. Es más, se han llegado a encontrar en esta región piezas de varios kilos, por lo que no es extraño que en la zona haya una significativa industria entorno a estos minerales. Ahora bien, para reconocer los mejores cuarzos ahumados simplemente hay que ver la rareza de la pieza en cuestión y atisbar la intensidad del color. Y como os comentábamos, mucho ojo con las imitaciones y falsificaciones que andan dando vueltas por ahí.
Se trata de una gema dura que puntúa con un siete en la escala de Moh`s, por lo que no tiene mucho problema a la hora de ser limpiada o tratada. Es más, existen muchos tipos de cortes que pueden aplicarse sobre esta gema. Eso sí, a la hora limpiar conviene evitar el vapor o los cambios bruscos de temperatura, pues podrían acabar dañando los efectos propios de la piedra y afectar a la superficie. Lo ideal sería emplear agua templada jabonosa o aparatos ultrasónicos especialmente diseñados para el tratamiento de joyas