El ser humano ha sabido amoldarse a las inclemencias del tiempo y a la complicada orografía que rodea los cinco continentes. Y ello, en no pocos casos, ha significado enfrentarse de tú a tú con la naturaleza en lugares donde el tormento era seguro, donde las vías de acceso eran prácticamente imposibles, y donde la climatología siempre jugaba en contra. De ahí que la escalada, a día de hoy, aún siga enfrentando al hombre con la madre naturaleza, con la climatología más salvaje y las paredes rocosas más temidas del planeta.
La superación la llevamos en el adn, y más allá de los peligros que pueda haber por el camino, la historia siempre se repite; damos un paso al frente y superamos el obstáculo.
Los escaladores de todo el mundo siempre han tenido ese espíritu bien dentro, y de hecho eso ha sido, es y será su alimento para seguir hasta el final. Ahora bien, hay puntos del globo donde hay que tener muy firme todo ello, pues un paso errado puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, entre el éxito y el fracaso, y entre pasar a la historia o caer en el olvido. Uno de esos lugares es el Cerro Torre, en plena Patagonia y delimitando los límites entre Argentina y Chile; una de las paredes rocosas más extremas del mundo con sus 3128 metros de verticalidad.
Necesitaréis pericia, años de práctica, un equipo adecuado y no mucha cordura para llegar a la cima, pues pocos son los que lo han conseguido y muchos los que han fallado. La pasión de un deporte, la meta en la vida para muchos y el cementerio para otros, y en definitiva un icono al que pocos se atreven a retar y muchos temen. ¿Donde os encontráis vosotros?¿Os atreveríais a desafiar a Cerro Torre?¿Qué reloj elegirías para este viaje?
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